Konica AA 35 “Recorder” (1984)
$ 330
- Lente Hexanon 24mm f4 (4elem en 4 grupos, diseño Tessar).
- Exposición automática.
- Flash integrado.
- Ajuste manual de sensibilidad (100-200-400 iso) o ajuste automático por código DX.
- Alimentación: 2 x AA (1.5v, alcalinas)
- Peso: 250gms.
Sin existencias
Descripción Konica AA 35 “Recorder” (1984)
Re-Cordis.
Del latín “Re-” (prefijo de repetición), y “Cordis” (del corazón).
Las cámaras de medio cuadro son un invento realmente fascinante. Pequeñas y generalmente discretas, nos invitan a una fotografía netamente personal y recreativa.
Muy lejos de la obsesión técnica que solía acompañar a las cámaras profesionales, suelen ser dispositivos bellos, sencillos y muy poco pretenciosos. Han nacido, sencillamente, para ayudarnos a experimentar el placer de fotografiar.
Así, entre tantas maravillosas cámaras de medio cuadro, por las que (si no fuera evidente ya) siempre tuve debilidad, la Konica AA 35 Recorder es una rareza.
Y no se debe a su elegante y moderno cuerpo, casi cuadrado y sumamente plano. Ni tampoco a los vistosos colores de sus tres versiones: Rojo, Negro o Dorado Champagne, todos ellos muy hermosos (lo sé, pues he tenido las tres).
No. Es una rareza, porque para los prósperos años 80 en que surgió, este formato económico, popularizado al calor de la posguerra, había dejado de estar de moda hace al menos dos décadas.
Es una rareza también, porque se trata de la primera medio cuadro con un lente autofoco, de las cual hubo contados ejemplos.
Y si esto no fuera suficiente, su lente (un sorprendente 24mm f4 de diseño tessar), era una focal angular para el formato (equivalente a un 35mm en formato completo). Esto no se había visto desde la extraordinariamente rara Olympus Pen W de 1964 (que también tuve el gusto de poseer).
Sería tentador, lo sé, poseerla por el mero gusto de coleccionar objetos tan bellos como fascinantes.
Sin embargo, sería una traición a su naturaleza. Las cámaras han nacido para fotografiar, y ésta, específicamente, se trata de una cámara hecha para recordar. Es de esas que, acurrucada en silencio en el bolsillo de la chaqueta, espera a que sus fotógrafos (que somos bastante más tontos que ellas), nos demos cuenta que esa casa, esa calle, o ese árbol que nos acompañan todos los días, serán alguna vez parte de un lejano e irrecuperable pasado.
Con su autoexposición rápida y su autofoco casi infalible, lo único que se interpone entre entre el sujeto y su imagen es, como siempre, la indecisión de quien debería apretar el disparador más seguido, y pensar menos las cosas.
Así, cada rollo que cargamos dentro de esta cajita cuadrada, que se abre como una caja de fósforos para espiar con su pequeño ojo, son setenta y dos retazos de un recuerdo.
Y por el precio de un rollo, creo que vale la pena.
- Lente Hexanon 24mm f4 (4elem en 4 grupos, diseño Tessar).
- Exposición automática.
- Flash integrado.
- Ajuste manual de sensibilidad (100-200-400 iso) o ajuste automático por código DX.
- Alimentación: 2 x AA (1.5v, alcalinas)
- Peso: 250gms.