Descripción CANON DIAL 35 (1963) y CANON DIAL 35-2 (1968)

CANON DIAL 35 (1963) y CANON DIAL 35-2 (1968)

Un golpe de muñeca. 

Aunque el formato de medio cuadro no fue en absoluto de su invención, Olympus logró apoderarse casi completamente de él. Aún hoy, si se menciona una cámara de este tipo, lo primero que viene a la mente es una bella Olympus Pen.

Lo cual es, por cierto, bastante injusto para con Agfa, Ricoh, Konica, Yashica, y tantos otros que intentaron alcanzarlo con diseños ciertamente notables. 

Pero el único que se acercó fue Canon, que decidió desembarcar con fuerza en el segmento de las medio cuadro en 1963.

Decir que Canon tiene su propia lógica para hacer las cosas sería un eufemismo. Ese mismo año revelaron no una, sino dos cámaras de medio cuadro, ambas maravillosas a su manera, y completamente distintas entre sí.

La primera, más convencional, era la serie Demi, cuya principal virtud era un diseño decididamente más moderno que el de su contraparte en Olympus.

La segunda, más corta, es la serie Dial… cuyo diseño desafía cualquier explicación.

Nacidas al calor de los locos años 60, la Dial y su sucesora, (la virtualmente igual Dial-2), eran una opción original y chic, como nunca antes el mundo había visto, ni volvería a ver.

Se trata de una pequeña y vistosa cámara de visor directo, con enfoque por zonas, que de no ser por su lente (un soberbio 25mm f2.8 de cinco elementos), sería casi imposible de reconocer como tal.

El sistema de exposición es por prioridad a la velocidad de obturación (con la ayuda de una pequeña pila), pero tirando de un pequeño dial se obtiene control del diafragma, pudiéndose exponer en modo completamente manual. El ajuste de sensibilidad es también manual (hasta 500iso en la Dial y hasta 1000iso en la Dial-2) por lo que es sumamente sencillo compensar la exposición automática. Como la rosca portafiltros se encuentra encima de la celda del fotómetro, por lo que si hay un filtro presente la exposición es compensada automáticamente.

El avance de la película es su característica más curiosa: El rodillo que se encuentra debajo de ella se gira, cargando un mecanismo de relojería. O, mucho más chic, se sostiene el rodillo y se gira la cámara entera con un movimiento de muñeca.

Por ser una de las más originales en su tipo, y gracias a su singular belleza, suele olvidarse que esta cámara es mucho más que un objeto de colección. Es también una cómoda y muy bien diseñada herramienta fotográfica, ideal para la fotografía de diario, de viaje, o de calle. Es, además, lo suficientemente curiosa como para llamar la atención de un desconocido, por lo que es ideal para tomar un retrato espontáneo.

Por supuesto, la Dial no fue concebida para el fotoperiodismo o la fotografía de producto, sino, sencillamente, para disfrutar del placer de fotografiar. Y, por qué no, de las conversaciones que su presencia inevitablemente suscita. 

• Lente: Canon 28mm f 2.8, 5 elementos en 3 grupos.
• Exposición manual y por Prioridad a la Velocidad de Obturación.
• Velocidad de obt: 1/30 – 1/250seg
• Ajuste manual de sensibilidad (8-500iso en Dial y 8-1000iso en Dial-2)
• Alimentación: 1x PX625.