Canon A1 (1978)
Canon A1 (1978)
Viejas vanguardias
- Montura Canon FD (FL son compatibles en modos de exposición M y Av).
- Exposición Manual, Prioridad Apertura (Av), Prioridad Velocidad de Obturación (Tv), y Automática. Dial de compensación +2/-2.
- Obturador de tela engomada controlado electrónicamente. Velocidades de obturación 30s-1/1000seg. Sincro de flash 1/60.
- Fotómetro TTL con indicador LED en el viewfinder.
- Ajuste de sensibilidad manual (6 – 12800iso)
- Alimentación: 1x A544 / LR44 (6v, alcalina) o 4x LR44 (1.5v, alcalina)*El precio no incluye el motor drive
Información adicional
Peso | 0.800 kg |
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Formato | |
Marca | |
Montura | |
Tipo | Reflex |
Descripción Canon A1 (1978)
Viejas vanguardias
Muchos de los objetos creados a lo largo del último siglo han coqueteado con la idea de “la modernidad”, pero sólo unos pocos han hecho de ella una parte central de su identidad. A falta de mejor adjetivo los llamaremos “Vanguardistas”.
Vanguardista, entonces, es todo aquello (individuo u objeto) que decide deliberadamente romper los lazos con su tiempo y crear el propio. Así, habitan en el futuro supuesto que pretenden, a su vez, crear. Tristemente, el tiempo es poco gentil con las ilusiones, y el futuro histórico suele tener muy poco que ver con lo soñado por las vanguardias. Sin embargo, a veces su visión de futuro se materializa, y se convierte en historia.
Éste es el caso de la Canon A1.
Aunque hoy en día no lo parezca, que una cámara réflex pudiera determinar la exposición de forma automática era un logro largamente soñado. No fue hasta mediados de los ochenta (con la que sería la última generación de réflex de foco manual) que esto comenzó a popularizarse.
Es de imaginarse entonces, el impacto producido por Canon al lanzar una cámara que contaba con los cuatro modos de exposición (P, A, S, y M) de una réflex moderna… en 1978.
Agudamente conscientes de la imposibilidad de mejorar las prestaciones de una réflex por métodos tradicionales, Canon decidió abrir lo que se creía entonces la caja de pandora: La electrónica microintegrada. Así, el tradicional obturador de tela engomada se convertía en un sofisticado dispositivo electromecánico, de precisión absoluta, y con la posibilidad de ser controlado por una microcomputadora interna a cargo de la exposición.
El resultado, en particular para un fotógrafo de la época, es poco menos que milagroso.
A partir de la A1, el resto de las cámaras de este y otros fabricantes comenzaría a integrar dicha electrónica a su gama profesional con gran éxito, y fue sucedida por cuerpos más y más evolucionados.
Y así, la otrora revolucionaria A1 se convertiría… en una cámara vintage.
Víctima de su propio éxito, el futuro que otrora auguraba, es hoy lo que la mayoría de las personas considera “normal”, y a nadie llama la atención. Desapercibida para la mayoría de sus usuarios actuales, esta contradicción siempre ha sido causa de reflexión personal. Pasada una cierta edad, es difícil no preguntarse por lo que depara el destino a aquello que alguna vez representó el futuro.
Por su parte, esta cámara parece empeñada en probar ese viejo axioma Zen que afirma que el cambio es la única constante. Suele uno encontrarla colgando del cuello de algún muchacho o jovencita, pretendiendo ser apenas otra de tantas cámaras (acaso más bella).
Nada más falso. En su interior habita lo que alguna vez fue una idea revolucionaria, que cambió (modestamente, como todo lo que perdura) el mundo como lo conocemos.
Debajo de su apariencia clásica, late el corazón de una vieja vanguardia.
- Montura Canon FD (FL son compatibles en modos de exposición M y Av).
- Exposición Manual, Prioridad Apertura (Av), Prioridad Velocidad de Obturación (Tv), y Automática. Dial de compensación +2/-2.
- Obturador de tela engomada controlado electrónicamente. Velocidades de obturación 30s-1/1000seg. Sincro de flash 1/60.
- Fotómetro TTL con indicador LED en el viewfinder.
- Ajuste de sensibilidad manual (6 – 12800iso)
- Alimentación: 1x A544 / LR44 (6v, alcalina) o 4x LR44 (1.5v, alcalina)